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Mostrando las entradas de abril, 2021

Te extraño

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  Qué días mas largos he tenido y qué de noches sin dormir, pensando en ti, en qué estarás haciendo. Te extraño, te añoro, te sueño dormida y despierta. Te busco al despertar, busco noticias tuyas pero en el fondo se que no hallaré nada. Es lo que debe ser, has sido un caballero y vas a respetar mi rotunda decisión. Ojalá pudiera continuar hablando contigo sin sentir, pero siento, siento demasiado. Amo mucho y me entrego mucho, se que para cuando ya estoy decidiendo partir de un lugar donde fui tan feliz, es porque no hay más nada que hacer. No hay nada que rescatar y eso me hiere profundamente. Contigo sí, yo contigo lo quería todo y estuve dispuesta tanto tiempo, pero no sucedió, jamás fue suficiente y siempre quise más y más. Exijo mucho, sí, pero me entrego totalmente. Lo dijimos alguna vez, nos aventamos sin importar si alguno salía lastimado, te amé tanto. Pero el amor no lo es todo, ahora lo entiendo. Te extraño, amor de todas mis vidas.

Tomo agua, me lavo de ti

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Tomar agua me cuesta mucho, puedo pasar semanas sin probar una gota. Se que no es sano, se que mi piel necesita estar hidratada -ya no tengo 15 años- y la deshidratación se nota. Hoy me tomé los últimos minutos de mi tiempo antes de partir al trabajo para "llenar" mi botella de un litro con agua. Le llené hasta la mitad, un poco más. Necesito tomar agua, quiero cambiar mis hábitos, siempre lo intento y no lo logro. Creo que soy codependiente a estar mal. Hoy mientras me moldeaba el cabello, -que ya me parece largo- pensé en la posibilidad de dejarlo crecer.  ¡Qué contreras! ¿no?, los ciclos se cierran  cortándose el cabello. Pero es que yo me lo corté por experimentar, sí, por dejarlo crecer saludable, también. Pero sobre todo por darte ese gusto, me pareció un detalle lindo y me sentí la más hermosa, primero para mi, luego para tus ojos. Me cuesta ponerme la ropa que me ayudaste a elegir para mi, sin ti todo me cuesta. Hoy sucedió algo que no quería que pasara. El teléfono m

Cuando uno ama, se avienta sin paracaídas

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  Esta imagen me apareció en Pinterest. Me sacudió, me cimbró, pero sobre todo me dolió. Me dolió porque nunca había dudado de tu amor, nunca antes dudé de ti, de lo que decías sentir por mi y de lo que "me demostrabas". Creo que por fin estoy abriendo los ojos, jamás me pude explicar el porqué de tus reservas, de tus ganas de esperar, de tu temor, de tus inseguridades por mostrar lo nuestro a todo el mundo. Finalmente voy entendiendo, no era amor. Solo un espejismo, solo fui alguien que te devolvió vida, que te hizo vibrar desde aquél beso furtivo que nos dimos por primera vez. Yo te amé, te adoré, me entregué, incluso cambié cosas de mí que sabía que no estaban mal, por complacerte, porque "¿qué se me quitaba? no iba a ser ni más ni menos feliz al dejarlas de hacer. Debo reconocer que sí, me costó mucho trabajo ceder en cosas en las que creía, por las que ya una vez había luchado, por libertades que merecía, que merezco. Esperando obtener lo mismo a cambio, la diferenc