Tomo agua, me lavo de ti



Tomar agua me cuesta mucho, puedo pasar semanas sin probar una gota. Se que no es sano, se que mi piel necesita estar hidratada -ya no tengo 15 años- y la deshidratación se nota.

Hoy me tomé los últimos minutos de mi tiempo antes de partir al trabajo para "llenar" mi botella de un litro con agua. Le llené hasta la mitad, un poco más. Necesito tomar agua, quiero cambiar mis hábitos, siempre lo intento y no lo logro. Creo que soy codependiente a estar mal.

Hoy mientras me moldeaba el cabello, -que ya me parece largo- pensé en la posibilidad de dejarlo crecer. 
¡Qué contreras! ¿no?, los ciclos se cierran cortándose el cabello. Pero es que yo me lo corté por experimentar, sí, por dejarlo crecer saludable, también. Pero sobre todo por darte ese gusto, me pareció un detalle lindo y me sentí la más hermosa, primero para mi, luego para tus ojos.

Me cuesta ponerme la ropa que me ayudaste a elegir para mi, sin ti todo me cuesta. Hoy sucedió algo que no quería que pasara. El teléfono me notificó que había un mensaje con error de envío, y estaba en rojo la opción de borrar o enviar, le toqué esperando que me aparecieran las opciones y elegir borrar, pero no, el maldito mensaje se envío: ¡Noooo! No era mi intención, me sentí decepcionada de romper el hermetismo, me puse super ansiosa, busqué la manera de evitar el envío, pero era un SMS, el último que envié cuando fui a San Ignacio, donde no funcionan las redes sociales. Lamento mucho interrumpir tus días y generarte lo que sea que haya generado. Realmente, lo juro, no quise hacerlo.


Comentarios

Entradas más populares de este blog

Cuando uno ama, se avienta sin paracaídas

Te extraño